Hace tres meses volví al gimnasio y retomé las clases de spinning en forma presencial y percibí en forma mucho más concreta las enseñanzas que nos dejan los profesores de esta actividad, más allá del entrenamiento.
Preparación: Se nota mucho cuando el profesor lleva la clase preparada y conoce el play list, ya que va anunciando los cambios, los tiempos de duración y los ritmos, antes que se produzcan. Se nota mucho cuando una reunión o una clase no está bien preparada y se improvisa.
Liderazgo: Un profesor de spinning participa activamente demostrando los ejercicios y haciéndolos en conjunto con los alumnos. Se aprende más de lo que hace que de lo que dice que hay que hacer.
Muestra el plan: Al inicio de la clase el profesor anuncia cómo se trabajará en esa sesión, cuantas montañas se subirán, te dice lo que viene después de terminado cada ejercicio durante la sesión, etc. En las reuniones de equipos de trabajo es muy bueno que todos los miembros conozcan el plan y que les vayas contando como vamos en referencia al plan.
Motivación: Usa un lenguaje que te motiva: ¡vamos! ¡queda poco para la meta! ¡sólo faltan 2 minutos y se termina! Ojo de lo persuasiva que es la palabra “sólo” (yo seguiré usando la palabra sólo con acento, aunque la RAE me condene) Imagina una reunión de ventas donde quedan pocos días para finalizar el mes y el cumplimiento de la meta se está haciendo muy pesado.
Ritmo: En el spinning la música es esencial ya que te permite engancharte con el sonido del bajo y de la batería, para llevar el ritmo y hacer más llevadera la carga, además de volver a entusiasmarte continuamente. Los que dirigen reuniones deben tener esto en mente.
Con esto en mente, grabé el episodio 196 del podcast ventas B2B que te invito a escuchar completo.
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