La propuesta de valor es mucho más que el producto o servicio que comercializo.
Es todo lo que el cliente recibe y está dispuesto a pagar por ello.
Es la razón por la que me compra a mi y no a la competencia, en circunstancias que ofrecemos el mismo producto.
La idea es construir una propuesta de valor única y diferente.
Puedo diferenciarme de muchas maneras: atención más rápida que la competencia, stock permanente, garantías, asesorías, a la medida, personalización del servicio, adaptado a las necesidades del cliente, productos estándar en un mismo local, oferta integral para un nicho, facilidad de compra, etcétera.
Debes descubrir o desarrollar una ventaja competitiva, algo que te haga diferente, siempre considerando las necesidades de tus clientes.
Eso de transmitir calidad, servicio, atención personalizada y otros adjetivos, no son parte de tu propuesta de valor ya que son un mínimo y sirven para todas las empresas, por lo que es un error que como vendedor estés pensando en que esa es tu propuesta de valor.
Debes lograr una oferta diferente y de valor para resolver los problemas o necesidades de tus clientes.
Puedes tener distintas propuestas de valor en tu modelo de negocios y también servir a distintos segmentos de clientes, lo importante es que las distingas.
Cada cierto tiempo, debes revisar qué elementos que son valorados por tu cliente para agregar a tu propuesta de valor y también qué partes de tu propuesta de valor no son valoradas por los clientes ya que no las aprecian y debes eliminarlas, ya que aportan sólo costos y tus clientes no están dispuestos a pagar por ello.
