Hace unos 15 años más o menos, fuimos con mi hija a un recital de los Beatlemanía (grupo que hacer cover con las canciones de Los Beatles), de hecho, vamos muy seguido a verlos y también entrevisté a su líder Mario Olguín para el podcast Ventas B2B.
A la salida de este recital, mi hija Paulina que es profesora de Inglés y que me enseñó a conocer más de Los Beatles, me preguntó si sabía lo que decía la letra de la canción When I am sixty-four…
Con mi precario y rústico inglés le dije que no…y me contó que la letra de la canción describe a un hombre joven que le canta a su enamorada sus planes de envejecer juntos. En la letra, el joven pregunta si ella lo seguirá amando y necesitando a pesar de que el tiempo pase y él envejezca.
Mientras volvíamos a casa con mi hija, conversamos largamente acerca de la genialidad de Paul ya que esta canción la escribió cuando él apenas tenía 15 años y fue en su época pre-beatle.
La canción tuvo un revival cuando su padre celebró su cumpleaños número 64 y en su nueva versión Paul nos relata los pensamientos de un joven que mira con ansiedad la vejez, y en especial, su relación en el matrimonio.
Hoy 5 de julio estoy cumpliendo 64 años y aunque en mi familia no le damos mayor importancia a estas fechas, por tener un origen pagano desde la antigua Grecia y posteriormente Roma, mucho antes de Cristo, en esta oportunidad y por el recuerdo de esta canción, para mí tiene un significado especial.
Nunca se me ocurrió pensar en que sería de mí a los 64 años, cuando tenía 15 veía a las personas de 40 años o más como ancianos…ya sé que el tiempo es relativo, pero estas fechas especiales.
De hecho conversábamos de eso con mi esposa, que hasta ayer teníamos la misma edad ya que ella tiene siete meses menos, por lo que hoy figuro para todos los efectos con un año más y que eso no tiene ninguna importancia a esta edad.
La percepción de una diferencia de siete meses en la edad es muy diferente a los 5 años, a los 15 donde puede ser muy importante, pero a los 64 años es insignificante.
Como estoy de cumpleaños, volví a hacerme el IKIGAI que es una técnica japonesa y que tiene que ver con el propósito de vida y que debes responder a cuatro preguntas:
1 ¿Qué es lo que el mundo (mi mundo) necesita?
2 ¿Para qué soy bueno?
3 ¿Qué es lo que me apasiona?
4 ¿Por qué me podrían pagar?
Revisé mis últimos cinco años, de las cosas más importantes que había hecho y me encontré con:
· Publiqué mi segundo libro Ventas por Causalidad
· Cursé mi segundo máster, ahora en Consultoría y Coaching ejecutivo, en la Universidad de Barcelona
· Me certifiqué como Mentor
· Aprendí a cocinar para el almuerzo familiar de los días domingos
· Fui a Europa por primera vez a visitar a mi hijo Rodrigo, Periodista, que estaba cursando un Magister en Innovación y emprendimiento en Madrid y aproveché de recorrer algunos países con mi esposa.
· Estuve internado por 15 días en la UTI por covid-19 (tiempo de profunda reflexión)
· Cerré mi oficina y me concentré en mi home office
· Dicté muchos cursos de capacitación a vendedores en forma presencial y remota
· Desarrollé varias consultorías en planificación estratégica y estrategia comercial
· Hice clases presenciales y remotas, en estrategias para MBA y en ventas para unos diplomados
· Continué como Director Externo en empresas familiares y las mentorías a emprendedores y ejecutivos
· Partí con este podcast que me ha dejado profundas satisfacciones. Ya voy en mi tercer año y me meta es publicar 100 episodios al año.
· Para muestra un botón: Esta semana estoy participando como alumno en un programa de formación para Directorios de Empresas familiares y este fin de semana, viernes y sábado completos, dictaré como relator un curso de Equipos comerciales de alto rendimiento.
Para los siguientes cinco años continuaré con mis actividades: el podcast Ventas B2B, Consultorías, Mentorías, como Director Externo, clases en post grados en la Universidad y tengo los siguientes objetivos nuevos:
· Aprenderé a tocar guitarra
· Publicaré mi tercer libro, ahora una novela que ya comencé.
A mis 64 años me siento muy bien, con mucha energía y ganas de seguir aprendiendo, creando y haciendo cosas.
Soy un Perennial : comunidad de jóvenes mayores de 40 con más proyectos que recuerdos.